El nacimiento de un gigante. La historia de Ford y el auto que cambió el mundo

El nombre de Ford es sinónimo de la industria automotriz y de una revolución que va mucho más allá de los vehículos. Fundada por Henry Ford en 1903, la compañía no inventó el automóvil, pero sí lo hizo accesible para millones de personas. Su genialidad no fue solo técnica, sino de proceso: en 1913, Ford implementó la cadena de montaje móvil en su planta de Highland Park, Michigan. Este método revolucionario redujo el tiempo de producción del icónico Modelo T de 12 horas a solo 93 minutos. La eficiencia de la producción permitió bajar los costos y, por primera vez, el auto dejó de ser un lujo exclusivo para convertirse en una herramienta para el ciudadano promedio. Con la famosa frase de Henry Ford "cualquier cliente puede tener su coche del color que quiera, siempre y cuando sea negro", se simbolizó la estandarización y la producción masiva. A pesar de su enfoque en la practicidad, Ford también ha dejado su huella en el mundo del deporte motor, con el legendario Ford GT40 que dominó Le Mans en los años 60, y con el Mustang, un ícono cultural que creó el segmento de los pony cars. A lo largo de más de un siglo, la marca ha navegado por guerras mundiales, crisis económicas y cambios tecnológicos, siempre manteniendo su esencia: hacer que la movilidad sea una realidad para todos.

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